miércoles, 10 de diciembre de 2008

CRISIS Y ANTICRISIS

Las dos caras de un mismo desenlace

Estamos atravesando una nueva crisis, y aunque nadie podría asegurar con certeza sus causas, lo cierto es que ya empezamos a experimentar los inicios de lo que se considera una inevitable recesión económica, situación producida por una caída estrepitosa de las finanzas internacionales.

Tan cerca el verano, hay quienes piensan que los efectos y tendencias “reales” de la crisis podrán analizarse entre marzo y agosto de 2009, momento en que el juego debería abrir sus cartas, mostrando un As o un cuatro de trébol; hasta entonces lo aconsejable sería retraerse, preservar los ahorros, muchos o pocos, necesarios para afrontar los meses de escasez. Lo que antes se veía como una inversión, ahora se ve como un gasto peligroso.

Esta representación social encuentra su ideal correlato en los pájaros del film La Era de Hielo, convencidos que podrán atravesar el cataclismo que se avecina (algunos millones de años) con sólo 3 sandías, a tal punto creen esto, que son capaces de arriesgar su propia supervivencia por conservarlas, y lo hacen. Lamentablemente la economía tiene mucho de autocumplimiento, basta que lo creamos y actuemos según nuestras creencias para que realmente suceda.

Pero las creencias son ficciones, y no pocas veces llegan a robustecerse como verdaderos mitos; muchas empresas no tienen nada que envidiarles a las culturas paganas. Pero la ficciones, aunque se diga que los cuentos, cuentos quedan, no son por ello inofensivas o menos efectivas. El mundo está hecho de ficciones. En la historias de la humanidad se alzaron miles de banderas en nombre de las ficciones; es importante no subestimarlas.

Entonces, sin minimizar el sofisma que reza:

Si creemos que hay un monstruo debajo de la cama,

entonces hay un monstruo debajo de la cama,

incluso convencidos fanáticamente con que hay un monstruo y que se quedará allí por lo menos hasta mediados de 2009, nada es menos aconsejable que retraerse, nada es menos recomendable que esperar, que ahorrar sin freno, por lo menos en lo que respecta a ciertas áreas de las empresas.

Durante las crisis será importante abrir las orejas, mantener el optimismo, ejercitar nuevas miradas, creativizarse, animarse, adelantarse al resto, racionalizar acciones con inteligencia, pero jamás retraerse, jamás creer que lo que resultó una inversión ayer resultará un gasto hoy, pues si alguna vez una inversión pudo resultar un gasto es porque jamás fue realmente una inversión, fue apenas una promesa basada en intuiciones sin sustento científico, es decir, ya era un gasto cuando creíamos que era una inversión.

Una inversión es un gasto cuando quien la impulsa no ha evaluado seriamente su mercado. Obviamente que podemos equivocarnos -nadie tiene la bola de cristal, ni siquiera la ciencia-, pero nunca excusarnos en derrotas que son la conclusión de haber creído desmedidamente en nuestras intuiciones.

Este blog, en el cual esperamos contar con la participación de muchos profesionales y empresarios de Córdoba y Argentina, intentará abrir nuevos sentidos acerca de estas cuestiones, nuevos espacios para pensar, nada de verdades inmaculadas, sólo reflexiones que zarandeen el campo de lo que se dice, se piensa y se hace en medio de una realidad como la presente. ¿Nuevos mitos?

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